Acerca del libro de Luis Martínez Andrade “Illusions du ballon, editorial L’Harmattan, Francia, 2024.
Hace poco llego a mis manos un libro escrito en francés, “Illusions du ballon”, del conocido y prolífico sociólogo Luis Martínez Andrade. Este escritor e investigador mexicano, residente en Bruselas se ha doctorado hace varios años en la prestigiosa EHESS, situada en la ciudad de Paris, bajo la dirección de Michael Löwy. Sus escritos sobre la esperanza, las utopías, la ecología y las transformaciones sociales son referencias por su originalidad y rigor, tanto en América Latina como en Europa. La sociología, la historia, la filosofía, la política, la teología son dimensiones que recorren e hilvanan con su reflexión en diversos libros, reportajes y artículos. Con este libro, al leerlo, he tenido una suerte de alteración y fusión temporal a partir de los impactos que me causó en mis recuerdos personales. Esos que se unen entre mis anhelos de una sociedad más justa con mis pasiones deportivas y éticas, que me han ido construyendo como persona en estos tiempos revueltos. El libro de Martínez Andrade me ha interpelado en todas mis facetas biográficas, me ha ayudado a pensarme y a entenderme un poco más a mí mismo, a las sociedades en que he vivido y en la que vivo, porque ha sido un espejo inesperado, en el cual he podido verme y reconocerme.
Cuando era pequeño, crecí jugando al fútbol en terrenos baldíos, en canchas sin césped, en la calle y en los patios de las casas en la provincia de Córdoba, Argentina. Se sumó a eso la afición de mi padre a la filosofía y al activismo social en el cooperativismo. Del lado de mi madre por la caridad y la compasión, desde el cristianismo y el yoga. Por lo tanto, el ambiente barrial me contagio la pasión colectiva e irreverente del fútbol, mi familia me transmitió la pasión de la solidaridad y la igualdad como condiciones de la libertad inalienable. La pasión era el factor común, que para ser bien canalizada debía tener en cuenta al otro sea por el equipo en un partido, sea para el bienestar personal y comunitario. Ahora soy coach de un equipo de fútbol, en Saint Germain en Laye con adolescentes entre 13 y 15 años, además participo en asociaciones y grupos de acción que tiene a la solidaridad y a la igualdad como estandarte. Este libro me vino como “anillo al dedo”, al decir sudamericano…
Fútbol, actitudes políticas y horizontes multidimensionales
“Illusions du ballon” es como un caleidoscopio multidimensional, un valioso aporte cultural de la comunidad latinoamericana al mundo francófono. Me hizo recordar al cuento El Aleph de Jorge Luis Borges. Porque a modo de analogía, la presencia del Aleph y por su intermediación posibilita situarse en muchos espacios, en diversidad de acontecimientos que conllevan a múltiples temporalidades. En relación con el cuento, este libro ha tenido, al menos en mí, el efecto borgiano a partir del prisma del fútbol, la filosofía critica tanto de la Escuela de Frankfurt como de los pensadores latinoamericanos críticos al colonialismo y la ecología. Porque en cada pequeño capítulo o apartado nos pasea, con una fresca naturalidad, desde lo comprensible que ya conocemos siendo hilvanado por otros universos discursivos desconocidos. A la vez, por la simpleza amena y familiar de contactos con imaginarios aun latentes. Aunque sin que nos demos cuenta, nos transmite intensas condensaciones de informaciones históricas y nos presenta sintéticamente, conceptos de teorías y de escritores que nos demandaría mucho tiempo comprenderlas. Informaciones y conceptos que nos sirven para revisar situaciones históricas, acontecimientos reales y consecuencias políticas que nos dejan filosóficamente perplejos a la distancia. Es decir, lo que fue noticia cotidiana hace unas décadas pasa a registro de sociólogo, observando desde las pasiones colectivas, utilizando la filosofía crítica y llevándonos sin complejos, por senderos históricos-culturales que nos ayudan a comprendernos mejor, a partir de situaciones cotidianas a uno y otro lado del atlántico.
Inmigrantes, nuevos mundos y fútbol
El fútbol es una pasión de multitudes, al igual que la justicia y la libertad. El juego de la vida reconoce muchos jugadores, y juegos, por esto el libro está lleno de ejemplos de actitudes y de confrontaciones políticas. Porque los estadios son un termómetro social que muestran las temperaturas reales alcanzadas por los Universales, con los que la filosofía dice pensar. El libro conjuga al pensador judío-alemán Walter Benjamín, con su sensibilidad lucida y desesperada (quien se suicidó en la frontera con España para no caer en manos de la Gestapo), con Diego Maradona y “la mano de Dios” como gesto colectivo irreverente al emblema colonial. Mano que generará debates teológicos-políticos porque se la estrechará y saludará como cómplice a Fidel Castro y a Hugo Chávez -evidentemente acompañado por los ladridos y gruñidos a repetición por los medios de comunicación hegemónicos-. También, el libro presenta al pensador Bolívar Echeverría y su “Ethos Barroco” – en una síntesis magistral de media página-, como principio de explicación de los cuatro ethos (realista, romántico, clásico, barroco), para comprender una ética diferente, horizontes alternativos de una complejidad estética y ética que enriquecen la comprensión de las sociedades latinoamericanas.
Ernst Bloch, el filósofo alemán heterodoxo, aparece de la pluma de Martínez Andrade ilustrando Brasil con “el principio esperanza”, presentando la idea de “utopías concretas” como ejemplo para la explicación de las actitudes del equipo de fútbol paulista Corinthians (que fue mucho más que un simple equipo, fue un llamado político a la dignidad y la solidaridad). Con jugadores emblemáticos como Sócrates, tanto en lo deportivo como en lo político. Fueron en las décadas de los 70 y de los 80 emblemas convocantes y pasionales en su lucha por la libertad, contra la injusticia de la dictadura militar de la época. Muchos clubes en diferentes países, nos ilustra Martínez Andrade, eran la antítesis de las privatizaciones neoliberales posteriores y actuales. Fueron organizaciones deportivas de origen popular que bregaban por la autogestión y que eran, además, orgullosos de su raíz popular, obrera, inmigrante y campesina.
Nos hace volver, en el viaje propuesto por el libro, a la loca situación de “La guerra de las cien horas” en 1969, ocasionada en Centroamérica a partir de match de fútbol entre Honduras y El Salvador, que generó una violencia desenfrenada, con 6.000 muertos y 20.000 heridos. La lista sigue en otra cantidad de escritos cortos, de situaciones y anécdotas tamizadas con la sutileza de una reflexión amena, haciéndonos pasear lucidamente por las historias y los recuerdos bien documentados, que nos ubican desde las analogías y puentes que quedan implícitos, con los dilemas del presente.
Me pregunto si Luis Martínez Andrade no será una versión literaria y filosófica de “la mano de Dios”, así como un “Mago”, versión del extraordinario jugador salvadoreño “Mágico” Gonzales, por sus actitudes generosas, solidarias. Al igual que en el fútbol, los jugadores recordados, las situaciones documentadas y el escritor que los trae a cuento, son sin dudas humanos, demasiado humanos…