FOTO: La protesta en las calles de Bogotá / RAÚL ARBOLEDA AFP
“Y ahora el pueblo está en la calle a cuidar y a defender esta patria que ganamos liberada debe ser… Para el pueblo Lo que es del pueblo porque el pueblo se lo ganó, para el pueblo lo que es del pueblo para el pueblo liberación.” Piero.
Ya hace un buen tiempo muchas personas veníamos advirtiendo lo que hoy estamos viendo, una toma por asalto del Estado de Derecho en cabeza del Partido de Gobierno.
En las últimas horas se conoció de un Proyecto de Ley que sería radicado ante el Congreso de la República por un grupo amplio de parlamentarios y parlamentarias -alfiles del gobierno- que buscan unificar y ampliar el periodo de la Presidencia, la Vicepresidencia, la Procuraduría, la Contraloría y claro, no les podía faltar el perro guardián, ósea la Fiscalía hasta el 2024, si bien también mencionan a las corporaciones regionales como Asambleas y Concejos, es claro que buscan quedarse con “la joya de la corona” y eso significa ser un poder centralizado, así igual que en Venezuela.
Pero esto es, como ya lo había dicho en ¿Huele a Dictadura? Apenas la punta del iceberg. Esto sucede en medio de las convulsiones mediáticas que ha tenido que enfrentar el Gobierno de Iván Duque en lo que va corrido de este año y las cuales se suman al lastre que ya traía desde que asumió su mandato, desde su vergonzosa negación de las MASACRES pasando por los escándalos que rodean a las FAC (Fuerzas Armadas de Colombia) y llegando hasta la mermelada que han sabido repartir en el Palacio de Nariño, se ha hecho evidente que el embrujo autoritario ha regresado.
Ahora la pregunta es ¿vamos a caer de nuevo en el embrujo?, durante la última década la calle ha sido nuestra palestra para poner en evidencia la decadencia que consume al país que realmente somos.
El panorama para ciertos sectores del poder no parece ser muy alentador, los recientes hallazgos de la JEP sobre las cifras de las Ejecuciones Extrajudiciales cometidas por el ejército, los bombardeos a campamentos guerrilleros con presencia de menores de edad reclutados por la fuerza y los ataques constantes de dichos sectores y sus aliados a las Altas Cortes y al Sistema de Justicia Transicional, deben ser un llamado, una ALERTA para que quienes hicimos pedagogía, acompañamos los diálogos y apoyamos el acuerdo final de paz salgamos a la calle a decir NI UN PASO ATRÁS, QUEREMOS LA PAZ.
Las realidades se han hecho mas complejas con el rigor de la pandemia y con la ineficacia de los Gobiernos, la economía en el mundo parece estar entrando en “cuidados intensivos” y la política pretende quedarse en cuarentena.
Fueron millones de colombianos y colombianas que durante el tiempo que ha pasado desde que se decreto la pandemia, no tuvieron ninguna ayuda del Gobierno, pero paradójicamente si fueron muchos los millones que dicho gobierno a un puñado de colombianos potentados entregó –las ayudas a la empresa donde labora su hermana, Avianca, las ayudas al amo señor de la banca colombiana Luis Carlos Sarmiento Angulo y los demás alivios tributarios a sus amigos empresarios- son también un motivo para que los sectores sociales y populares nos organicemos y nos movilicemos.
Aquí no podemos seguir en el rezago de la movilización virtual mientras las élites hacen más miserable nuestra realidad de país, la solidaridad con Chile, Argentina, Bolivia y Ecuador tiene que convertirse en la indignación propia y colectiva de un pueblo que no puede más, que no debe callar y aguantar más, mientras nuestra solidaridad siga siendo extranjerista no podremos recuperar lo que por derecho nos pertenece, LA DIGNIDAD y es por eso que desde aquí, desde mi trinchera de activismo y de lucha antimilitarista los llamo a la rebeldía de la HUELGA GENERAL para hacerle frente al Golpe de Estado que aquí se quiere perpetrar.
Volvemos a las calles para decirle al mundo que aquí la dictadura no la dejaremos instalar.
Kanabico Objetor.
Antimilitarista y Defensor de DDHH. Consejero Municipal de Paz (#CONPAZ) Medellín. Twitter: @elANTIMILI
«Yo no quiero ir a la guerra, porque la guerra nos da penas…«