Vacunas No, Regularización si
Muy atento he leído casi todas y muy razonables opiniones por la justa defensa a la decisión de Iván Duque de regularizar un poco mas de un millón de venezolanos en nuestro territorio, yo que vivo en el exilio, sé que es y lo que implica sin ningún reconocimiento y lejos de tu país de origen, en un territorio hostil y en el anonimato, sobrevivir en esas condiciones.
Hace poco menos de un mes, Duque había anunciado que no sería posible que los venezolanos en nuestro territorio accedieran a la vacunación para la covid-19 por un posible efecto estampida que podría provocar esa humanitaria medida, cabe anotar que, Venezuela ya comenzó a vacunar en una pandemia que de lejos muestra unos resultados mucho mas favorables que los nuestros y en menos condiciones.
Mi pregunta sería, ¿Por qué esos giros de negar unas vacunas ayer y hoy «humanitariamente» anunciar regularización que ha diferencia de las vacunas, si podría desencadenar un efecto estampida?
Venezuela y su situación han sido el caballito de batalla del uribismo para esconder y escudar sin ningún pudor, su más que comprobado actuar criminal, al punto de usarlos, manosearlos, despreciarlos y provocarlos, interviniendo abiertamente, violando el derecho internacional y, acusándolos de terroristas, narcotraficantes, violadores de derechos humanos y de ser casi el causante de todas nuestras desgracias y miserias y las de casi toda la América.
Excelente esa «solidaridad» a pesar de que Colombia ha sido un causante directo de la situación caótica de todo el pueblo venezolano por su intromisión, intervencionismo y apoyo incondicional, haciendo de las sanciones y bloqueos el eje principal de las angustias que hoy viven nuestros vecinos y que de paso sólo golpean al ciudadano del común por que dudo mucho que Maduro, su corte y los militares que lo sostienen, como a los Juan Guaidó y a los líderes de la oposición los toque el bloqueo y los haga acostar con hambre como a muchos ciudadanos.
Conociendo de las jugaditas del uribismo debe haber gato encerrado, en principio dicen que es un acto populista y polítiquero electoral, y si lo creo, aunque no podrían participar en elecciones nacionales, si podrían en las regionales y más de un millón de votos regados por el país, bien podría representar alcaldías y curules en la cámara de representantes, además el uribismo ganaría los votos que desde Venezuela pierde el progresismo, porque los casi 800 mil colombianos del censo electoral inscritos en Venezuela no podrían votar si continúa como parece, el cierre de los Consulados allá instalados.
Pero esa «solidaridad», también ha servido para echarle tierrita a la aberrante situación con el puerto de Buenaventura y el Pacífico, la Guajira y todo el Caribe, los millones de desplazados de ayer que aún no encuentran reparación y que se suman a la nueva ola de «migrantes internos» por la reactivación de la guerra y los ataques del narco paramilitarismo y los grupos guerrilleros que se empeñan una vez más en reactivar la guerra ante la desidia de la búsqueda de la paz de este gobierno, que intenta por todos los medios posibles y a su alcance de acabar la poca paz alcanzada con el Acuerdo FARC y que alimentan los cordones de miseria en las grandes ciudades, ante el abandono de los territorios dónde masacran líderes, afrodescendientes, indígenas, ambientalistas y que hoy no queremos callar por que con actos populistas y politiqueros como este de regularizar en un acto de justicia a los migrantes, meten en la nevera lo fundamental y vuelve la rueda a girar.
Lo fundamental no debe quedar en frío por que muere un ministro, o con un pequeño acto de justicia volver a reescribir la historia aplazando nuestras realidades y las miserias que nos acarrean.
A los hermanos venezolanos les daré mi solidario saludo. ¡¡Bienvenidos a Colombia!! acompáñennos, compartiremos con agrado este plato de tragedias y miserias, vengan y coman con nosotros de lo mismo y desde la legalidad.
Bienvenidos!!!
Edilberto Muñoz. Activista social y asilado politico.
