Convocado está el pueblo hoy primero de mayo, día internacional del trabajo a la casa de Nariño en Bogotá para escuchar al presidente de la república, Doctor Gustavo Petro, quien hablara ante el pueblo horas antes de su viaje oficial a España, donde tendrá una fuerte agenda.
Y es que aunque el presidente Gustavo Petro fue elegido como la esperanza de un pueblo para que generara los cambios necesarios que permitan una vida digna a la sociedad y la tan anhelada paz total, lo cierto es que lejos estaba ese pueblo elector de imaginar que los congresistas en su gran mayoría se opondrían a las reformas que son necesarias para que los verdaderos cambios puedan tener un inicio.
Colombia ha sido un país extremadamente corrupto, tanto así que ha ocupado los primeros lugares a nivel mundial, un legado heredado de generación en generación de la misma forma como se han heredado entre familias los cargos políticos, sí, es que a Colombia la han manejado siempre los mismos, han cambiado de nombres, pero no de apellidos, lo que hace que sean los mismos de siempre los encargados de mantener al país bajo un emporio de corrupción y en las últimas décadas también de narcotráfico, una mezcla que ha sido tremendamente letal en nuestra sociedad provocando el asesinato sistemático de líderes políticos, líderes sociales y la desaparición casi que completa de un partido político todo porque este era de pensamiento contrario a lo tradicional amenazando seriamente con cambiar la forma de gobernar. Los políticos de siempre, aquellos que nunca han soltado el poder, han sido también aliados de los grupos paramilitares y carteles del narcotráfico, bajo esa figura se han generado las complicidades con las que han perseguido a quienes han pensado diferente matando sus cuerpos, aunque sus pensamientos han permanecido y germinado en grupos reducidos de la sociedad que les conservaron y guardaron esperando el momento de poderlos entregar a un pueblo decidido a aplicarlos.
En junio del 2022 por fin ese pueblo más agobiado por la necesidad de sobrevivir en un país donde ni siquiera se tiene acceso a comer con dignidad, que por conocimientos políticos, decidieron hacer uso del legado de los próceres que murieron por hacerles entender a los de su generación que el cambio era necesario y cambiaron el rumbo de Colombia, y es que sin duda la manifestación en las urnas que llevo a Gustavo Petro a la presidencia de la república marcara él antes y después de un país que aun con su decisión en el poder no ven con ojos claros como las tan anheladas reformas que permitan el acceso a la salud, el trabajo, la educación y a poderse pensionar, (Lo que es similar a ganarse la lotería) podrán causar sus trámites en el congreso de la república, que más parece una banda de delincuentes que secuestran la dignidad del pueblo y la van liberando lentamente de acuerdo a las negociaciones que puedan finiquitar con el ejecutivo.
Les parece aterrador?, pues exactamente es lo que han venido haciendo los partidos tradicionales en Colombia, NEGOCIANDO, porque ellos a pesar de que se hacen elegir dando grandes discursos en las plazas públicas y replicando hasta el cansancio que se requiere un cambio y que los pobres dejarán de ser pobres, lo verdaderamente cierto es que la gran mayoría de ellos, incluidos algunos de izquierda, solo buscan su beneficio personal, llenar sus arcas y asegurar su futuro manteniendo el control sobre grupos de la población que les permita ser reelegidos.
Y es que podemos hacer un análisis simple, pregunten ustedes ¿Cuantos de los casi trescientos congresistas presentan proyectos de ley en favor de sus comunidades, a cuantos vemos dando los grandes debates o investigando?… siempre son los mismos, en la radio, la televisión y las redes sociales, solo vemos las mismas caras como si el congreso estuviera compuesto por un pequeño puñado de ellos y no de casi trescientas personas.
Hoy primero de mayo el pueblo está una vez más convocado a la casa de Nariño como presión ciudadana para que estos congresistas que se eligieron con el voto del pueblo y que prometieron cambiar las cosas, pues puedan ponerse a trabajar y de verdad aprueben las reformas con las que el pueblo uno de estos días pueda comenzar a vivir en plena dignidad
Muchos critican al presidente por convocar a las calles al pueblo, pero no lo hacen con los congresistas que han puesto por encima los negocios con los dineros públicos en favor de privados antes que el bienestar social de sus electores como si se debieran ellos mismos a las mafias que usurpan el poder y no a un pueblo plagado en necesidades que pone su esperanza en los mismos políticos de siempre que con nuevos engaños les mantienen en el poder.
Hoy un presidente representa por fin al pueblo, sus necesidades están como prioridad, un pueblo en la plaza representado en el balcón de la casa de Nariño, habla el pueblo y escuchara el pueblo, un Petro en la plaza, un pueblo en el balcón, es claramente la expresión salida de la boca del mártir Jorge Eliécer Gaitán, “Yo no soy un hombre, soy un pueblo” “El pueblo es superior a sus dirigentes”