Después de una intensa intervención en el Cementerio Central de Cúcuta, los esfuerzos combinados de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Unidad de Investigación y Acusación de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) han arrojado resultados desgarradores. Un total de 211 cuerpos, inicialmente dispuestos de forma irregular en fosas comunes y monumentos, han sido identificados como presuntas víctimas de desaparición en el contexto del conflicto armado en Colombia.
La magnitud de este hallazgo se hizo evidente durante la intervención de 10 de los 22 puntos identificados en el cementerio, donde los expertos se encontraron con cuerpos envueltos en bolsas de plástico deterioradas por el paso del tiempo, algunos sin marcación alguna. Además, se descubrieron restos óseos amontonados en bolsas negras y cuerpos no identificados con demarcación irregular, señalando prácticas que han dificultado la búsqueda y la identificación de las víctimas.
La intervención en el Cementerio de Cúcuta se enmarca en el Plan Regional de Búsqueda de Cúcuta Área Metropolitana y Frontera, en curso desde 2019 por parte de la UBPD, y responde a medidas cautelares adoptadas por la JEP en 2021 para proteger zonas de interés forense donde podrían encontrarse víctimas de desaparición. Sin embargo, los esfuerzos se han visto obstaculizados por prácticas como la exhumación administrativa y la reubicación de cuerpos sin identificar sin el debido protocolo, lo que dificulta la búsqueda de la verdad y la justicia.
María del Pilar Valencia, magistrada de la JEP, expresó su consternación ante la situación, calificando el Cementerio Central de Cúcuta como el «peor escenario» debido a la magnitud y gravedad de las irregularidades, así como al incumplimiento de las obligaciones de las autoridades locales.
El descubrimiento de más de 4.000 personas desaparecidas reportadas solo en Norte de Santander ha impulsado a la JEP a tomar medidas adicionales para proteger a estas víctimas y corregir las prácticas administrativas inadecuadas. La implementación de una metodología de análisis forense in situ ha permitido diferenciar los cuerpos que han sido previamente analizados por el Instituto de Medicina Legal de aquellos que nunca han sido sometidos a este proceso, agilizando así la entrega de respuestas a los familiares.
A medida que se revelan más detalles sobre la intervención en el Cementerio de Cúcuta, se espera que el próximo 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, se lleve a cabo una jornada de toma de muestras genéticas y testimoniales para orientar las búsquedas y contribuir a la dignificación de las familias buscadoras que han depositado su confianza en el Sistema Integral para la Paz.
Fotografía: Jurisdicción Especial para la Paz