• “Llegar aquí junto a esta espada, para mí, es toda una vida, una existencia”, afirmó el Presidente Gustavo Petro en su discurso de posesión.
• Con antelación, el Mandatario había dicho que aspira a que las ejecutorias de su gobierno “puedan llevar, en un futuro próximo, a la posibilidad de envainar la espada, ojalá la última arma que se esgrima en la nación”.
“Llegar aquí junto a esta espada, para mí, es toda una vida, una existencia”, dijo este domingo el Presidente Gustavo Petro en su discurso de posesión, y afirmó: “Quiero que nunca más esté enterrada, quiero que nunca más esté retenida; que solo se envaine, como dijo su propietario, El Libertador, cuando haya justicia en este país”.
Minutos antes, luego de la toma del juramento y de la imposición de la banda presidencial —ante más de cien mil personas que llegaron a la plaza de Bolívar, procedentes de todos los rincones del país, para acompañarlo en la ceremonia de transmisión del mando—, Petro había impartido su primera instrucción: “Como Presidente de Colombia, le solicitó a la Casa Militar traer la espada de Bolívar”, ordenó.
Entonces, tras un receso de diez minutos, durante los cuales la pianista Teresita Gómez interpretó una pieza musical, aparecieron cuatro soldados del Batallón Guardia Presidencial por la entrada de la carrera séptima, portando la urna de cristal con la espada de Bolívar en su interior, custodiada por un nutrido grupo de seguridad y por un oficial y varios soldados patriotas vestidos a la usanza de la época de la Independencia.
La urna con la espada se ubicó en la tarima principal al lado derecho del Presidente Petro, quien, en el abrebocas de su primer discurso como Mandatario de los colombianos y las colombianas para el periodo 2022-2026, comentó que “esta espada tiene tanta historia que hoy sumará una más: el porqué se demoró en llegar a esta plaza”.
De acuerdo con el Jefe de Estado, su propósito es que “la espada de Bolívar sea del pueblo”, y sostuvo que esa es la razón por la que la “queríamos aquí, en este momento y en este lugar”. Puntualizó que “quizás, para los próximos presidentes y presidentas, cuando se posesionen, se vuelva un hecho permanente, protocolario, simbólico, que los acompañe siempre, que las acompañe siempre la espada libertaria de Bolívar”.
De esta manera, se cumplía el anhelo de tener la espada a su lado mientras leía su discurso, pero no solo eso, sino que también lo acompañó durante la ceremonia de honores militares en la plaza de Armas de la Casa de Nariño, y a su ingreso, junto con su familia, al palacio presidencial. Desde allí, la intención del nuevo gobierno es que esta reliquia histórica, este potente símbolo cultural, pueda ser apreciado por toda la ciudadanía de la nación.
Misión, envainar la espada
En recientes declaraciones, previas a su toma de posesión, el entonces Mandatario electo se había referido a la espada, por ejemplo, al indicar que una de las prioridades de su gobierno es crear las condiciones para que la justicia social fructifique en el país, de manera que llegue el momento adecuado para volver a envainarla, para regresarla a su funda, a la morada original que es el sitio ideal donde debería estar.
“La espada de Bolívar es del pueblo colombiano y solo se envainará hasta que haya justicia en Colombia. Así que a lo que aspiro en estos años es que esa espada quede expuesta, como antes, a la mirada pública; aspiro a que las ejecutorias de mi gobierno puedan llevar, en un futuro próximo, a la posibilidad de envainar la espada, ojalá la última arma que se esgrima en la nación”, precisó.
Inventariada desde 1924 y ornamentada con un escudo en relieve de la Gran Colombia, decoración vegetal y las tres estrellas del General Bolívar, se debe recordar que la espada que El Libertador desenvainó hasta que hubiera justicia social, permaneció guardada en una urna de la Quinta de Bolívar, en el centro de Bogotá, hasta 1974. El 17 de enero de ese año, bajo el lema ‘Bolívar, tu espada regresa a la lucha’, el M-19 la tomó y la mantuvo en su poder a lo largo de 17 años.
A propósito de este hecho, en 1988, el entonces integrante de esta organización y hoy Presidente de Colombia, Gustavo Petro, en una entrevista con el periodista Daniel Coronell, dio pistas sobre el paradero de la reliquia, cuando dijo: “La espada de Bolívar será presentada públicamente; está en Colombia y seguirá en Colombia”.
Fue así como, el 31 de enero de 1991, durante una ceremonia en la Quinta de Bolívar, luego de la firma del acuerdo de paz entre el M-19 y el gobierno colombiano, de la desmovilización y de la elección de la Asamblea Constituyente que le dio vida a la nueva Carta Política de Colombia, el M-19 devolvió la espada, la cual fue guardada en un depósito del Banco de la República y luego conducida a la Casa de Nariño, de donde, precisamente este domingo, por instrucción del Presidente Petro, el mítico emblema fue trasladado a la plaza de Bolívar, para que pudiera ser apreciado y asumido por el pueblo como un símbolo vivo de la nación.
Foto: Juan Pablo Bello/Presidencia