El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha anunciado medidas extraordinarias en respuesta a la devastadora ola de incendios forestales que azotan el país. No solo ha activado protocolos internacionales para combatir las llamas, sino que también ha convocado el Consejo Nacional para la Gestión del Riesgo y ha tomado la decisión crucial de declarar la situación como desastre y calamidad, en conformidad con la Ley del 2012. Esta declaración otorga la capacidad de reasignar partidas presupuestales previamente aprobadas para otras áreas hacia la mitigación de la emergencia.
En un esfuerzo por contener la crisis, las autoridades han movilizado todos los recursos disponibles, incluidos equipos terrestres y aéreos. Mientras tanto, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) informa que hay 25 focos activos en todo el territorio nacional, y se investiga si estos fueron provocados de manera accidental o premeditada.
En lo corrido de 2024, se han presentado 252 incendios forestales en Colombia. Al momento 25 están activos, 10 controlados y 217 liquidados. Estos eventos se concentran principalmente en los departamentos de Cundinamarca, Santander, Cesar y Boyacá.
Los principales puntos afectados por los incendios incluyen Cumaribo, Bogotá, Guarne, Tona, Cesar, Cucutilla, Duitama y Aquitania. La UNGRD señala que el departamento más afectado es Cundinamarca, con incendios en más de cinco municipios. Residentes en varias zonas, como en el centro de Bogotá, informan de la dificultad para respirar debido al aire más pesado, lo que resalta la gravedad de la situación.
Además de los impactos humanos, los incendios han afectado ecosistemas vitales para el ciclo del agua, como el Páramo de Berlín en Santander, donde la tradicional vegetación de frailejones ha sido consumida por las llamas. Estos eventos se suman a una serie de fuertes incendios forestales que el país ha experimentado en los últimos meses, exacerbados por el calor extremo y sequías derivadas del fenómeno de El Niño, que se prevé continúen hasta junio.
El Ideam, la autoridad climática colombiana, ha puesto en alerta por incendios a 883 de los 1.101 municipios del país, con más de la mitad en alerta roja. En Bogotá, un voraz incendio en los Cerros Orientales ha afectado al menos 12 hectáreas de bosque, con más de 300 bomberos, militares y rescatistas trabajando arduamente para contener las llamas.
Las altas temperaturas récord, que alcanzaron los 40,4°C en nueve municipios del norte, centro y oriente de Colombia, evidencian la magnitud del desafío. Mientras tanto, en Bogotá, el Cuerpo Oficial de Bomberos ha revelado indicios de que un incendio fue causado por una fogata, aunque la intención detrás de este evento aún es desconocida.
Ante esta situación, la Fiscalía ha iniciado una investigación para determinar si hay manos criminales detrás de los incendios, enfocándose especialmente en el fuego activo en Bogotá. La colaboración internacional se presenta como una necesidad urgente, mientras Colombia enfrenta una de las peores crisis ambientales de su historia reciente.
La ola de incendios forestales en Colombia no solo representa una amenaza para la vida y la biodiversidad, sino que también destaca la urgencia de medidas a nivel nacional e internacional para abordar los desafíos del cambio climático y la gestión sostenible de los recursos naturales. La respuesta conjunta de la sociedad, el gobierno y la comunidad internacional será crucial para superar esta crisis y establecer medidas preventivas a largo plazo.
Fotografía: Ministerio de Defensa Nacional de Colombia.