Organizaciones de colombianos y colombianas en el exterior piden ser incluidos en el Plan de Desarrollo

Por medio de un manifiesto llamado «La colombianidad en el exterior se une para la transformación de la nueva Colombia«, más de 40 organizaciones y sociedad civil en el exterior piden garantías e inclusión para participar en la construcción de las politícas públicas migratorias.

El comunicado señala que la colombianidad en el exterior (más de 6 millones de personas), continuarán aportando no sólo con remesas, que han sido importantes para la economía de Colombia y las zonas emisoras de emigración, por más de 8.500 millones de dólares –una cifra cercana a la producida por el petróleo y sus derivados–.

Aclaran que, el Gobierno del Pacto Histórico, puede reconocer y valorar ese aporte económico, para que se escuche a esta población a la hora de elaborar medidas de democratización del crédito, políticas de reactivación económica, así como de acceso a garantías, derechos y servicios a sus familias.

Uno de los llamados realizados por las organizaciones firmantes y ciudadanía, es que la política exterior debe contar con la diáspora para gestionar la movilidad humana y se debe tener en cuenta al enorme talento humano que está en el exterior.

Mencionan como un hecho relevante que en el empalme, la diáspora está presente, porque es la primera vez que ocurre. En el proceso del cambio, es necesario reconocer que Colombia es un país de emigración, migración y tránsito, se requiere adecuar la arquitectura institucional y administrativa.

Comunicado: La colombianidad en el exterior se une para la transformación de la nueva Colombia

En el Gobierno del cambio, la colombianidad en el exterior (más de 6 millones de personas) manifiesta: desde las distintas ciudades del mundo continuará aportando no sólo con remesas, que han sido importante para la economía de Colombia y las zonas emisoras de emigración, por más de 8.500 millones de dólares –una cifra cercana a la producida por el petróleo y sus derivados–. Hecho que consideramos, puede reconocerlo y valorarlo el Gobierno del Pacto Histórico, para que se escuche a esta población a la hora de elaborar medidas de democratización del crédito, políticas de reactivación económica, teniendo en cuenta el carácter emprendedor que poseen, así como de acceso a garantías, derechos y servicios a sus familias.

En el empalme que se produce del cambio de gobierno, la diáspora está presente, es un hecho relevante, porque es la primera vez que ocurre. En el proceso del cambio, es necesario reconocer que Colombia es un país de emigración, migración y tránsito, se requiere adecuar la arquitectura institucional y administrativa.

La creación del Viceministerio de la Movilidad Humana, definido en el plan de Iván Duque, un incumplimiento más de su gobierno: es necesario concretarlo para evitar la dispersión de acciones en diferentes entidades. Situación que dificulta la coordinación y la gobernanza de realidades sociales complejas, diversas y transnacionales. Se necesita eficacia.

La visita del Gobierno estadounidense, es oportuna para sentar las bases de otro tipo de relación basada en el respeto y la búsqueda de acuerdos, en una agenda de interés común que contemple entre otros temas las migraciones y la cooperación, garantías y derechos a las personas que llegan a Colombia. Especialmente de Venezuela, quienes pueden beneficiarse de políticas sociales de integración que
garantice sus derechos.

De igual modo, la migración colombiana en Estados Unidos, se requiere la regularización de compatriotas indocumentados que trabajan y sufren discriminación, salarios bajos, y la zozobra de la deportación, aplicando el decreto 42 impuesto por el ex presidente republicano Donald Trump, que permite expulsar a migrantes irregulares so pretexto de que pueden portar el virus de la Covid 19. Tal situación puede hacer parte del diálogo y acuerdo entre los dos gobiernos, además del impulso a un diálogo regional sobre migración. Necesitamos incorporar por primera vez la movilidad humana en la agenda y mesas de trabajo para que la comunidad migrante sea escuchada y participe activamente en cumplimiento del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular (PMM). Es un acuerdo multilateral en la ONU que busca atender el fenómeno migratorio en todas sus dimensiones.

La diáspora llama la atención a mirar Colombia como país de tránsito y la realidad de fronteras, con una movilidad humana vertiginosa y desconocida por la institucionalidad. Particularmente, en la selva del Darién, donde ocurren permanentes violaciones a los derechos humanos, especialmente contra mujeres y niños/as. Un paso de la ruta por los países centroamericanos que carece de medidas humanitarias. Creemos urgente iniciar un diálogo con los países centroamericanos y la creación de un corredor humanitario con la voluntad y acuerdo de Colombia y Panamá, así como el acompañamiento de la ONU y las demás entidades responsables. Es necesario que el Gobierno de los Estados Unidos, comprenda que sus ciudadanos ante la Justicia no pueden ir de inmunes e impunes. Las 7 bases militares y las móviles, sobran, no las necesita Colombia, si logramos la Paz.

Es necesario cumplir, establecer y reforzar mecanismos para vigilar, anticipar la evolución de los riesgos y amenazas que puedan desencadenar movimientos Migratorios o influir en ellos. Fortalecer los sistemas de alerta temprana, preparar procedimientos y herramientas para emergencias e iniciar operaciones de emergencia y respaldar la recuperación posterior.

La vinculación y codeterminación entre países de destino y las regiones de origen de los migrantes son asuntos de especial relevancia para las políticas públicas. Constituyen factores de desarrollo hasta ahora despreciados y faltos de voluntad política, desconociendo que el PMM contempla una oportunidad para mejorar la gobernabilidad de la migración y afrontar los desafíos asociados con la migración actual. Él mismo refuerza la contribución de la migración al desarrollo sostenible. Pues se trata de que las migraciones sean voluntarias y no la alternativa forzada a la falta de oportunidades que Colombia ofrezca a su población.

En relación a la aplicación, el seguimiento y el examen del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular… la hoja de ruta propuesta para el apoyo de la Red de las Naciones Unidas sobre la Migración al Foro de Examen de la Migración Internacional: manifestamos que hay un claro incumplimiento que debe ser subsanado de forma inmediata.

La política exterior debe contar con la diáspora para gestionar la movilidad humana. Se debe tener en cuenta al enorme talento humano que está en el exterior. Siempre dispuesto a que se abran esos canales de comunicación y participación en aras de aportar a la construcción del nuevo país en todos los aspectos y áreas del conocimiento.

Por todas estas preocupaciones, la diáspora ha asumido su responsabilidad en la participación y en la diplomacia ciudadana que realiza en torno al respeto de los derechos humanos en los organismos multilaterales, así como en la ayuda mutua que despliega para brindar los apoyos a los y las compatriotas que salen. Todo con la certeza de que estamos lejos pero no ausentes, como lo demostramos durante las movilizaciones sociales, que se ha traducido en una mayor participación electoral. Y que no va a quedar ahí. Tendremos real participación en las definiciones del nuevo Plan de Desarrollo en el cual nos proponemos estar visibles y ocupando el lugar que merecemos, como parte de esta nación que integramos, a la que aportamos y de la que somos las y los mejores embajadores y divulgadores de su riqueza cultural.

Por ello, hacemos un llamado a la inclusión de la diáspora en las acciones y espacios de reflexión. Más cuanto en el imaginario del país crece una nación en el exterior, formada por personas a las que se ha dado la espalda a pesar de sus grandes aportes. La cual es justo, que nos permita estar presentes y tener voz propia. Estamos seguros que el Gobierno popular de Gustavo Petro, tendrá en cuenta nuestra sensibilidad y abrirá canales de comunicación para hacer el mejor aprovechamiento de las migraciones, desde las propuestas y participación activa que reclamamos.

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. Fotografía ilustrativa de Diana López.