Este tribunal electoral es un organismo autónomo e independiente que hace parte de la Organización Electoral junto a la Registraduría Nacional del Estado Civil, en este sentido sus funciones y alcances están enmarcados en la garantía del derecho a la participación política y electoral de la ciudadanía en todo su conjunto, conformado principalmente según lo determina el Articulo 264 de la Constitución de Colombia vía cifra repartidora por integrantes postulados de los partidos políticos con personería jurídica -de ahí que este órgano se haya convertido en un fortín de burocracia de los partidos tradicionales y proestablecimiento-.
Ahora bien, es necesario recordar que uno de los requisitos que exige el Articulo 232 de la Constitución para alcanzar la magistratura es el de ser abogado/abogada entre otros. Y es por eso que la comisión de acreditación debe tener en cuenta que la experiencia laboral como Senador, Concejal, Alcalde, etc. No se puede computar como experiencia profesional de abogado, teniendo en cuenta que no es requisito ser abogado para estos cargos y tampoco tienen en sus funciones “el ejercicio de la profesión de abogado”, lo cual no ha sido impedimento para que un grupito de exalcaldes, exconcejales y excongresistas desempleados o en su defecto, algún alfil de estos se quiera apoderar del tribunal aun sin cumplir el mínimo de los requisitos y eso es algo que se debe acabar, tiene que ser realmente la meritocracia la que prime en este proceso de elección del CNE y no puede seguir convertido en un fortín de burocracia para beneficio de los partidos políticos ahí representados.
Si bien hay candidaturas relevantes y que tienen hojas de vida evidentemente intachables y decentes como la del abogado Jairo Corzo, también hay hojas de vida de fichas políticas de la maquinaria tradicional tales como las de Álvaro Echeverry que sigue a la sombra de la cacica del Partido de la U, no deja de llamar la atención que este candidato venga del mismo partido del que viene el Senador Roy Barreras y el mismísimo uribista investigado y llamado a juicio por la Corte Suprema de Justicia, Álvaro Hernán Prada, de este ultimo se ha dicho que siendo postulado por el Centro Democrático, contaba con el respaldo de la bancada del pacto, de lo cual hoy no hay prueba.
Estamos de frente a una oportunidad de convertir al CNE en un tribunal realmente imparcial y que dé garantías plenas a todas las expresiones políticas de gozar de los derechos civiles y políticos que la constitución y de la carta democrática interamericana y demás tratados internacionales que amparan la participación política y la construcción de sociedades democráticas y libres, es también la oportunidad de que quienes hoy ocupan las curules del congreso tanto en cámara como en el senado le demuestren a quienes les elegimos que están ahí para hacer las cosas distintas y no permitir que aquí el amiguismo político siga primando sobre los interés de todo un pueblo que creyó en la promesa de una Colombia potencia mundial de la vida.