En medio de una concentración de lo más «selecto» de la sociedad de Valledupar, fue despedido el jefe del Clan Gnneco, Lucas Gnneco luego de su fallecimiento. Políticos, artistas, miembros de la alta sociedad y hasta directores de medios de comunicación, entre los asistentes al sepelio de quien fuera dos veces gobernador del departamento del César.
«El pueblo del César rinde tributo de gratitud eterna a su inolvidable primer gobernador popular, y dos veces gobernador cuya entrega a la comunidad y visión de desarrollo marco el sendero de futuros mandatarios», rezaba en un telón al fondo de la biblioteca Rafael Carrillo lugar donde se realizan los sepelios de los personajes más importantes del departamento del César.
Lucas Gnneco fue condenado en cuatro oportunidades: En el año 2000 a cuarenta y dos meses de prisión por constreñimiento al elector tras comprar votos y amenazar votantes. En el año 2009 a una pena de veinticuatro años y nueve meses por prevaricato, peculado y contratos sin requisitos. En 2009 también recibió otra condena de diez años por contratos sin requisitos. En 2021 a seis años y dos meses por celebración de contratos sin los requisitos legales.
Lucas Genneco es hermano de Jorge Gnneco, asesinado por orden de Jorge 40, de Cielo Gnneco cuatro veces primera dama del departamento y de Nelson quien mantiene negocios poco claros
En los pasados días y ante la Jep, la justicia especial de paz, el exparamilitar Salvatore Mancuso, menciono a Lucas Gnneco y a su hermano Jorge, de haber solicitado a las AUC la creación de un frente paramilitar en esa región del país, también dijo que en una casa de Lucas Gnneco en Valledupar ellos, las AUC, habían montado su centro de operaciones y que desde allí los paramilitares conocidos como los «urbanos», salían para cumplir acciones militares.
Lucas Gnneco quien también es el suegro de la periodista y directora de la revista Semana Vicky Dávila, fue un hombre de mil controversias a quien se le atribuyen nexos con el narcotráfico el para militarismo y la corrupción en un sin número de casos.
Pese a las condenas y los hechos contados ante la JEP por Salvatore Mancuso, una turba de personas se apostó en frente de la biblioteca Rafael Carrillo en Valledupar para darle la despedida y el último adiós a quien sin duda es responsable de gran parte de la pobreza de esa región la falta de oportunidades y uno que otro desaparecido. ¿Perdida de la memoria o una ciudadanía que adora y endiosa a políticos altamente cuestionados? Una respuesta que por ahora no conocemos pero una pregunta que bien podríamos hacernos a lo largo y ancho de la geografía Colombiana.
A pesar de las condenas podíamos decir que Lucas Gnneco murió sin pagar su deuda judicial con la sociedad Colombiana, las órdenes dictadas para reparar económicamente a sus víctimas, la sociedad del departamento del César, nunca pudo concretarse pues todos sus bienes fueron trasladados a testaferros incluidos su esposa e hijos, con el propósito de que la justicia no pudiera hacer efectivos los cobros de reparación que superaban los diez mil millones de pesos.
Ahora el parapolítico descansa en paz, mientras sus víctimas permanecen en el sufrimiento por causas sociales y la falta de justicia. Un político más que muere en la impunidad.