-En Francia el triunfo de la izquierda, es la victoria de una democracia arrinconada.-
El pueblo francés sacó su fortaleza y en el rostro de neoliberales y fascistas dejó marcada su dignidad.
Las principales amenazas a la gran democracia francesa, que comenzó a construirse con el derrocamiento del régimen monárquico en la muy nombrada revolución francesa, tienen nombre propio; primero está el gobierno neoliberal de Macron, quien sigue mostrando su carácter autoritario atropellando la democracia en el país de los derechos y de la República Social.
Este presidente gobernó por decreto imponiendo regresivas contra-reformas, que buscan echar por tierra importantes conquistas del pueblo trabajador, obtenidas con mucho esfuerzo y con dolorosos sacrificios.
La esencia neoliberal de Macron, se traduce en su obsesión por reducir el estado y especialmente la inversión social; privatizar y convertir en negocio privado los servicios públicos; Macron aumentó la edad de pensión de jubilación, para hacer atractivo un potencial negocio en perspectiva de futuro para crear fondos privados; restringió el acceso a la universidad, limitando los cupos y el presupuesto y reduciendo el número a 3 postulaciones por cada aspirante; con esta medida lanza al mercado de las costosas y privadas escuelas superiores, a decenas de miles de estudiantes que no entran a la universidad francesa, que si es pública, gratuita y muy prestigiosa.
Tambien realiza dos contra-reformas al seguro de desempleo, que reducen el tiempo de beneficio a este derecho asi como el porcentaje de salario que recibe la trabajadora o trabajador sin empleo.
Y tal vez de lo más grave, ha sido el ataque del gobierno contra el prestigioso sistema de salud francés, expresado en el recorte presupuestal, el congelamiento de salarios, la reducción de personal, el cierre de hospitales, el cierre de servicios de urgencias, y de maternidad a lo largo y ancho del país, afectando zonas rurales y urbanas especialmente populares.
En su estrategia económica elimina el impuesto de las grandes fortunas, llena de ayudas millonarias a las más grandes empresas, dejando a los median@s y pequeñ@s empresari@s marginados del festín neoliberal; ignorando que son ellos y ellas l@s principales generadores de empleo en Francia.
La inflación galopante, esa alza permanente de precios de bienes y servicios, que no es otra cosa que un regresivo impuesto que golpea a quienes menos tienen; esto lo acompaña Macron de la eliminación de la indexación de salarios y de una feroz persecución sindical que criminaliza miles
de lideresas y líderes sindicales, especialmente de la combativa Confederación General del Trabajo la CGT.
La grave situación que aumenta la pobreza en este rico país, llega contar hoy más de 9 millones de personas, esto conlleva a la insoportables reducciones de la calidad de vida y la consecuente protesta social, que no encuentra respuesta del gobierno, rompiendo asi con el diálogo social como patrimonio de la democracia de Francia; la sola respuesta, es la violenta represión del gobierno contra la protesta social, que deja como nefasto resultado muchas vidas desechas, miles de herid@s y mutilad@s a manos de la policia, particularmente durante las protestas de los chalecos amarillos; hechos que están en impunidad en su gran mayoría; igualmente reprime con brutal violencia las enormes
movilizaciones de sindicatos que protestan contra sus políticas hambreadoras, estas son muestras de un contrato social que se desmorona en manos de un gobernante.
En lo internacional Francia pasó del país de la diplomacia, a un país inaudible y postrado de rodillas al servicio de todas las guerras de la OTAN, hoy el gobierno no ha tenido la decencia de reconocer el estado Palestino y no ha movido un dedo para detener el genocidio del gobierno sionista.
La descripción del autoritarismo de Macron es muy larga, pero tambien sus excesos y sus extravagantes lujos que solo recuerdan los momentos más decadentes de monarquía que precede a la revolución de 1789.
Este gobierno se convierte en una agresión a la democracia, pero desafortunadamente para el pais que hizo suya la divisa de Libertad, Igualdad y Fraternidad, existe otra gravísima amenaza; esa que parecía haber sido derrotada política y militarmente en el momento de liberación del yugo nazi; esa horda también procapitalista, supremacista y criminal que ocupó este país y martirizó a su pueblo sin miramientos; atentando contra judios, roms, homosexuales, enfermos, sindicalistas y comunistas como principales objetivos del racismo ario de Hitler.
Esas ideologías deambulan frenéticas en el mundo y se ensañan contra este viejo continente, en Francia las encarna un clan familiar que al lado de antiguos nazis funda un partido racista, cuyo único argumento es detestar al inmigrante pobre, este partido con oscuros financiadores, corrupción en el manejo de recursos del parlamento europeo, y con más de 45 candidat@s investigad@s o condenad@s por racismo o negacionismo, se nutre de los más violentos grupusculos neonazis que actuan en la noches atacando inmigrantes a sus pequeños negocios y sus viviendas; pero tambien esta extrema derecha se alimenta de un gran portavoz, un multimillonario quien hace de un pequeño canal informativo, un noticiero de televisión en continuo al servicio de este clan. Esto puede asombrar a cualquier demócrata, quien podría suponer que un estado de derecho el fascismo no tiene espacio; pero con apoyo de neoliberales y reaccionarios, este grupo ha venido insistiendo con la complicidad de todos los grandes medios de consumo masivo, que ell@s no son una amenaza, ni son una peligrosa organización de extrema derecha y eso les funciona; es así como el mundo ve los resultados electorales de Francia.
Macron juega con fuego para que el país «no vote extrema derecha», pero al mismo tiempo la alimenta para ella sea su exclusiva competidora.
Perversa estrategia la del empleado de la banca convertido en presidente, ante la decadencia de los partidos tradicionales.
De otra parte es el pueblo francés quirn defiende sus propias conquistas sociales y democráticas, enfrentando estos monstruos; las fuerzas de izquierda responden a este llamado y se unen una vez más para la contienda electoral, la juventud maravillosa de Francia llena de optimismo, alegria y pedagogía las calles y los parques; con altura y determinación se movilizaron y derrotaron en las urnas a los principales enemigos; lastimosamente la victoria es exigua y los enemigos del progreso social, de la Paz y la Justicia están heridos, pero no desean dejar el poder, harán las peores acciones para evitar que la izquierda victoriosa sea gobierno e implemente su programa de devolver al pueblo algo de lo robado por el neoliberalismo reinante.
Es necesario resaltar y evitar dejar una deuda con la historia, me refiero a uno de los principales dirigentes de la izquierda de Francia y del mundo, Jean Luc Mélenchon, organizador y estratega, este gran orador ha sido capaz de innovar y reinventar la izquierda, hasta hace poco atenazada y postrada por los aparatos que buscan mantenerse a punta de acuerdos vergonzantes.
La insumisión como se denomina el movimiento de Mélenchon abrió nuevas esperanzas, revivió las izquierdas endormecidas y abre
caminos a la lucha sin claudicaciones por la vida plena del pueblo francés.
Vienen grandes luchas, muy duras y difíciles pero el camino de victorias populares se ha abierto de la más hermosa manera.
Ayer gritabamos No Pasarán!, como los republicanos españoles .
Hoy gritamos victoria.
El Pueblo Unido, Jamás será vencido !!
Fotografía: FanPage Jean-Luc Mélenchon