• El Jefe de Estado visitó este miércoles, en el hospital Fundación Valle de Lili, de Cali, a siete de los ocho soldados del Ejército heridos en el ataque perpetrado en Buenos Aires, Cauca.
• “Les pregunté a los sobrevivientes si habían logrado captar el color de la piel de los atacantes y, aunque no tenían mucha claridad por la oscuridad que allí había, alguno dijo: ‘Pues la mayoría eran afros’”, relató.
• “Ahora, a nosotros nos corresponde demostrar que se puede y ahí el reto, y es un reto que está confrontado con la opción o la no opción de la paz. Si el Estado es capaz de cumplir, en Colombia se inicia un ciclo de paz cada vez más amplio y permanente”, indicó.
“Entre la mirada de shock, tanto de los soldados como de la gente que sufrió en las horas de la madrugada las ráfagas, las granadas, el desespero, la pérdida de amigos, de no poder hacer nada, los llantos de los sobrevivientes, a veces uno diría que Colombia está condenada a una especie de violencia perpetua que varía en el tiempo, que se transforma, pero no cede”.
Con estas palabras el Presidente de la República, Gustavo Petro, narró lo que encontró durante su recorrido por la vereda Munchique, en Buenos Aires, departamento del Cauca, tras el ataque perpetrado a una patrulla militar que dejó seis soldados muertos. En la mañana de este miércoles, además, se trasladó a Cali —junto a la cúpula de la Fuerza Pública— para visitar a los siete soldados que resultaron heridos.
“Ayer no fue un día alegre. Decidí ir al lugar en donde se realizó el acto de violencia de un frente contra el Ejército de Colombia y allí encontré los cadáveres; esta mañana, a los soldados heridos en el hospital, los sobrevivientes. Miré el territorio y hablé con la población que habita allí”, narró el Jefe de Estado durante la clausura del encuentro ‘Buenaventura, potencia de la vida en Paz Total’.
Indicó que en el campo de combate había jóvenes de 19 años muertos y que al observar a los heridos advirtió que eran prácticamente niños. “Niños heridos por fusiles y por granadas. Y la inmensa mayoría eran afrodescendientes”.
Acto seguido relató que les preguntó a los soldados sobrevivientes que permanecen en el Hospital Fundación Valle de Lili si habían logrado captar el color de la piel de los atacantes y, aunque no tenían mucha claridad por la oscuridad que había, uno de ellos dijo: “Pues la mayoría eran afros”.
“Es decir, son jóvenes afro matando a jóvenes afro. Jóvenes negros matando a jóvenes negros. Esa es la violencia general en la región Pacífica. Jóvenes negros autodestruyéndose”.
Y se preguntó: “¿Al final cuál es la diferencia de uno y del otro?”, al referirse a los combatientes de ambos bandos, quienes con seguridad son “gente pobre y humilde”.
“Es la misma sangre, es la misma gente del mismo territorio, que tiene las mismas causas para vivir y morir. Es una autodestrucción del pueblo en el Pacífico, causada indudablemente por la exclusión”.
El Jefe de Estado, a su vez, se refirió a los ciclos de violencia que ha padecido el país desde su independencia: “En el siglo XIX tenía unas formas, unas ideas, unas excusas; en el siglo XX, otras; en el siglo XXI, otras. Pero ya vamos al tercer siglo de vida republicana sin que realmente podamos establecer un espacio estable, permanente, de paz en Colombia”.
De esta manera, el Presidente Gustavo Petro insistió en la necesidad de que el país avance en un camino hacia la reconciliación y el perdón para acabar, finalmente, la violencia que padece Colombia.
“Ahora, a nosotros nos corresponde demostrar que se puede y ahí el reto, y es un reto que está confrontado con la opción o la no opción de la paz. Si el Estado es capaz de cumplir, en Colombia se inicia un ciclo de paz cada vez más amplio y permanente”, concluyó el Mandatario.