La seguridad de los dos finalistas de las elecciones presidenciales en Colombia, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, fue reforzada tras la primera vuelta. En el lado del candidato de la izquierda, las repetidas amenazas han generado un acuerdo de seguridad extraordinario.
Escudos blindados en los discursos, chalecos antibalas y un ejército de guardaespaldas. El candidato presidencial Gustavo Petro (izquierda) y su compañera de fórmula Francia Márquez no están haciendo campaña en el más sereno de los climas, en la antesala de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 19 de junio. En algunas ciudades, la alerta naranja se activó incluso en los hospitales durante su recorrido.
El director de la Policía Nacional, Jorge Luis Vargas, anunció que el dispositivo de seguridad de los dos candidatos presidenciales, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, fue reforzado tras la primera vuelta del domingo 29 de mayo, por la Policía y la Unidad Nacional de Protección -UNP- a petición del actual presidente Iván Duque.
En las últimas semanas, la líder medioambiental y de derechos humanos afrodescendiente Francia Márquez ha recibido varias amenazas de muerte. Su nombre, junto con el del senador izquierdista Iván Cepeda, aparece en un folleto del grupo ilegal Águilas Negras, que regularmente elabora listas de nombres de personas para ser asesinadas.
Lamentable que tenga que suspender la gira del eje cafetero. El paso de los sectores de la corrupción a pagar bandas de sicarios para mi eliminación física, muestra la desesperación política a la que han llegado. pic.twitter.com/4dZMaD7Y9C
— Gustavo Petro (@petrogustavo) May 3, 2022
A principios de mayo, el candidato de izquierdas y su binomio tuvieron que cancelar varias reuniones, debido a la información de su equipo de análisis sobre la preparación de los ataques. Varias personalidades políticas, entre ellas el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, habían expresaron su temor de que estuviera en marcha un plan para asesinar a Petro. El candidato que tuvo que cancelar una cita en la zona cafetera del centro del país, donde opera la organización criminal La Cordillera, consideró que se trataba de una «desesperación política» a la que habían llegado «los corruptos que pagan a bandas de matones para eliminarme físicamente».
Por su parte, el presidente Iván Duque negó que los servicios de inteligencia hayan llegado a las mismas conclusiones.
Gustavo Petro y Francia Márquez reanudaron entonces su gira, rodeados de guardaespaldas que los protegían estrechamente con escudos en Cúcuta, una ciudad cercana a la frontera con Venezuela. Si sus opositores denunciaron «paranoias» y maniobras políticas, al mencionar vehículos blindados y francotiradores, ya en febrero, el Defensor del Pueblo, organismo que recomienda al Estado velar por el respeto de los derechos humanos, denunció las amenazas contra los candidatos cuyas «propuestas políticas van en contra de los poderes locales hegemónicos y sus intereses», tomando muy en serio las amenazas contra Gustavo Petro.
Múltiples grupos armados criminales
«La existencia de todos estos grupos armados, como el Clan del Golfo, grupos de origen paramilitar, el ELN (Ejército de Liberación Nacional), guerrilleros desmovilizados disidentes y toda una serie de actores mal identificados, supone un riesgo creciente para los líderes sociales, comunitarios y políticos», nos dijeron. La MOE – Misión de Observación Electoral La MOE -Misión de Observación Electoral- también ha señalado este riesgo.
Organizaciones de derechos humanos en Colombia, representantes de organizaciones sindicales e indígenas y líderes sociales describen un creciente clima de violencia contra quienes llevan un mensaje político diferente al que actualmente está en el poder. Gerardo Jumi Tapias, Consejero General de la ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia), lamenta también el aumento de la delincuencia y el acoso contra campesinos e indígenas en el campo colombiano.
Heraclito Landínez, quien fue elegido por el Pacto Histórico de Petro -una coalición de seis partidos- en las elecciones legislativas de marzo, está seguro: «En cualquier momento, Gustavo Petro o Francia Márquez pueden ser atacados. Esta es nuestra principal preocupación», dijo a Guylaine Roujol, periodista del diario francés Le Parisien.
Un llamamiento para salvar al candidato Petro
«En Colombia, los riesgos a los que se enfrentan los actores políticos y sociales son inmensos», dijo al mismo periódico Daniel Mendoza Leal, autor de la serie Matarife, que fue él mismo amenazado por las Águilas Negras y exfiltrado por Francia hace dos años. Antes de la primera ronda del elección, apeló a nuestro país (Francia) para proteger al candidato Petro. «Este es el resultado de todos estos años en los que Gustavo Petro no ha dejado de denunciar los singulares vínculos entre el Estado, el narcotráfico y el paramilitarismo», dijo a el diario francés Le Parisien.
Las intervenciones del candidato que obtuvo 8,5 millones de votos en la primera vuelta mueven a miles de personas, como se vio durante su visita a Cali unos días antes de la votación, donde la multitud se agolpó a pesar de un diluvio de lluvia, o durante el cierre de campaña en la Plaza de Bolívar, llena de gente, el domingo anterior a la votación.
La historia de Colombia ha demostrado cómo los políticos populares en condiciones de provocar un cambio significativo en el rumbo del país han sido reprimidos en el pasado. En 1948, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, considerado entonces el más influyente de su tiempo, desencadenó varios años de violencia mortal. La misma suerte corrió un candidato en las elecciones de 1986, Jaime Pardo Leal, de la Unión Patriótica, un partido nacido en 1985 de un acuerdo de paz con las FARC, y cuya JEP -un tribunal emanado de los acuerdos de paz de 2016- estimó que 5.733 simpatizantes y dirigentes fueron exterminados. Al igual que el carismático candidato del Nuevo Liberalismo para las elecciones de 1990, Luis Carlos Galán, asesinado a tiros durante un mitin al aire libre en Soacha.
Una lista no exhaustiva que millones de colombianos no quisieran ver crecer, a medida que se acerca la segunda vuelta electoral, también marcada por el aumento de las denuncias de posibles
fraude.
Lea el artículo original aquí: Présidentielle en Colombie : la gauche favorite d’un premier tour menacé par les fraudes et la violence
Guylaine Roujol Pérez
Periodista francesa en el diario Le Parisien, escritora y autora de
Falsos Positivos: La cerdad del Cabo Mora y Dans les pas du président Uribe
