Carta al viento, al sol y al mar.

…Con aroma de mujer.”

No todo vale…
No todo lo que brilla es oro…
No todo lo que suena es música…
Ojo. Prohibido pescar en rio revuelto.

DEL VERBO REGULAR: MACHACAR.

Yo machaco, tú machacas, él machaca…ellos machacan.


Hay quienes creen y se creen, que machacando, machaconamente, con machaconería y machacanead@res, logran que, lo machacado exista y a los que machacan, desaparezcan; Pero la vida bella, la realidad tozuda, algun@s youtubers, algun@s periodistas, quienes ejercen la verdad y aquellas primeras líneas…y algun@s cabezones, afortunadamente, se encargan de lo contrario.


Tiempos convulsos y revueltos, éstos que se viven y que vivimos.!!!
La tierra, el viento, el sol y el mar, están rugiendo embravecidos y vomitando fuego.!!!
Los dioses están tristes y ofendidos.!!!

Es ingenuo o de una terquedad machacona, pretender que, en un espacio, de 63 personas, que fue creado, como fue creado, con pocos meses de existencia y por los mismos, que ya conocemos, con las intenciones aquellas, pudiese ser un espacio de deliberación, de debate, de ideas, de altura, de participación seria y democrática.

Es ingenuo o de una terquedad machacona, pretender que, en un espacio, de 63 personas, donde más del 40%, o sea, más de 40 personas, no hable, no participe, no diga nada, no opine… sea un espacio sano y saludable, inteligente e interesante para dialogar, para construir, para acordar, para decidir.

Es ingenuo o de una terquedad machacona, pretender que, en un espacio de 63 personas, donde un número indeterminado, pero real, está inscrito en dos o tres espacios más, que son contradictorios y/o adversarios, pueda ser fiable, para construir propuestas y estrategias, sin que se filtren y sean distorsionados, antes de nacer.

Es ingenuo o de una terquedad machacona, pretender que, en un espacio, de 63 personas, donde hay tres bandas y bandos, con intereses creados y afectos diferenciados, se pueda hacer algo colectivo, democrático, amable.

Es ingenuo o de una terquedad machacona, pretender que, en un espacio, de 63 personas, donde hay números de Colombia, personas con varios teléfonos registrados, números desconocidos y sin nombre, gente no inscrita a la CH…y otras especies, creamos que hay garantías y condiciones, para tomar decisiones, democráticas y transparentes.

Es ingenuo o de una terquedad machacona, pretender que, un espacio de 63 personas, es una muestra significativa, en un universo de millones de compatriotas ó de miles de simpatizantes y militantes, para tomar allí la decisión de elegir y/o de descartar, a unos postulantes y postulados, a la cámara internacional.

Es ingenuo o de una terquedad machacona, pretender que, en un espacio de 63 personas, sobre las cuales, no conocemos nada o muy poco, donde no hay protocolos de ningún tipo, ni instancias, ni controles, ni autoridades, ni estatutos, que determinen reglas de juego y procedimientos, podamos creer, que son espacios idóneos para ejercer responsablemente, la política, la militancia, sin correr graves riesgos, frente a derechos e integridad de las personas.

Es ingenuo o de una terquedad machacona, pretender que, un espacio de 63 personas, le demos crédito y reconocimiento a otro espacio de personas, que desde su origen en el 2018, viene adoleciendo de opacidad, de manipulación de datos, de formas autoritarias y antidemocráticas, de manejos personalistas y a veces turbios u oscuros, no esclarecidos aún, de manera abierta y contundente.

Hasta este punto, van ocho razones, ocho argumentos…que podrían ser más, para decir, nuevamente, NO aceptaremos, no participaremos y no permitiremos, ese remedo de libertad, de autonomía, de independencia, de pluralismo…que se nos quiere imponer a sombrerazos y a la carrera, por la puerta de atrás. No, así no.!!!

Saludamos, como era de esperarse, que luego de obtener la personería jurídica, los compas de Bogotá, los compas de la dirección de la CH, en su expresión unitaria, el PH, asumieran intervenir, orgánica y legalmente, para acoplar e incorporar, el proceso importante de la diáspora, a los derroteros, de mayor democracia, solidez y transparencia, que se están construyendo, con mucha dificultad, en la mayor oportunidad de cambio para el país.

Aclaro que, en todo el esfuerzo de lucha y trabajo, aquí en el exterior, la mayoría de la gente, las personas y los compas, son profundamente honestos, de buena fe y buena voluntad. Errores cometemos todos y ello, no es pecado, ni causal de expulsión o fusilamiento, como en terribles épocas. Lo que sí es exigible y recomendable, es elevar el nivel político y de exigencia democrática.

Nota: Por tercera y última vez, me retiro de este espacio. No molesto más, pero tampoco, quiero perder tiempo. Ojalá en alguna esquina, de este ancho mundo, nos encontremos y nos podamos reír.

José de Jesús Ramírez Vélez
José de Jesús Ramírez Vélez

Líder social, ex-militante del M19, exiliado político, miembro de Colombia Humana y Ciudadano del Mundo.