La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha expresado su profunda preocupación por los recientes acontecimientos en la ciudad colombiana de Cali, donde los informes indican que, desde el 28 de mayo, catorce personas han muerto y 98 personas han resultado heridas, 54 de ellos por armas de fuego durante la violencia que estalló en la ciudad donde se estaban llevando a cabo manifestaciones para conmemorar un mes de la huelga nacional.
La Alta Comisionada observó que su Oficina había recibido informes de que las personas armadas, incluido un oficial de policía judicial fuera de servicio, habían abierto fuego a los manifestantes, periodistas que cubrían las protestas, así como a los transeúntes. El oficial de policía judicial en cuestión fue golpeado a muerte por una multitud. Según algunos informes, en partes de la ciudad, particulares habían disparado a manifestantes en presencia de agentes de policía.
«Estos acontecimientos son aún más preocupantes teniendo en cuenta el progreso que se había logrado para resolver, mediante el diálogo, el malestar social que estalló hace un mes, tras el comienzo de una huelga nacional contra varias políticas sociales y económicas del Gobierno,» Bachelet dijo.
«Es esencial que todas las personas que al parecer están involucradas en causar lesiones o muertes, incluidos los funcionarios públicos, estén sujetas a investigaciones rápidas, eficaces, independientes, imparciales y transparentes y que los responsables rindan cuentas,» dijo.
«Pido que se ponga fin a todas las formas de violencia, incluido el vandalismo, y que todas las partes continúen hablando entre sí, y que garanticen el respeto de la vida y la dignidad de todas las personas,» dijo el Alto Comisionado.
Bachelet destacó que sólo el diálogo puede resolver las demandas de diferentes grupos, tanto los que participan en manifestaciones como los que se oponen a las protestas.
«Acojo con beneplácito el compromiso expresado por varios actores, en Cali y a nivel nacional, de encontrar una solución negociada y pacífica para el malestar social a través de conversaciones,» dijo.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia también ha recibido información de al menos 30 personas que fueron arrestadas el 28 de mayo.
«El juicio justo y el debido proceso de los detenidos deben garantizarse,» dijo Bachelet. En respuesta a las preocupaciones por el paradero de algunos detenidos, también reiteró la necesidad de aplicar todas las medidas necesarias, en consonancia con las normas internacionales de derechos humanos, para prevenir las desapariciones.