Según las cifras, en 2021 la mayoría de los efectos derivados de los conflictos armados y la violencia alcanzaron el nivel más alto de los últimos cinco años.
Este 23 de marzo fue publicado el balance anual del Comité Internacional de la Cruz Roja -CICR- en Colombia, titulado «Retos Humanitarios 2022«; de acuerdo con el análisis, en Colombia hay seis conflictos armados (ver recuadro) y otros tipos de violencia que afectan drásticamente la vida de las personas. La reconfiguración de los actores armados no estatales y el incremento de las confrontaciones armadas, del control social y de la disputa territorial aumentaron la presión sobre la población civil y plantearon nuevos desafíos para la asistencia humanitaria.
«Se documentaron 884, violaciones al Derecho Internacional Humanitario, y otras normas humanitarias fueron documentadas por nuestro equipo en 2021. En 2o20, las cifras de desplazamiento y confinamiento ya eran preocupantes. En 2o21 la cifra siguió aumentando. Según información oficial, el desplazamiento masivo afectó a 52.880 personas; el desplazamiento individual, a 77.568; y el confinamiento, a 45.108. En 2021, registramos 486 víctimas de artefactos explosivos, el número más alto de los últimos cinco años. Esta cifra evidencia el recrudecimiento del fenómeno y los efectos directos que tiene sobre la población civil, ya que la mayoría de las víctimas son civiles.» informó el CICR.
El Comité hace un llamado a la Fuerza Pública y a los grupos armados que tienen la obligación estricta de respetar el derecho internacional humanitario (DIH) y otras normas humanitarias, así como de adoptar medidas de precaución para proteger a la población y los bienes civiles de los efectos de las hostilidades.
Adicionalmente, Lorenzo Caraffi, Jefe de la Delegación del CICR en Colombia, expresó «en un año de elecciones legislativas y presidenciales en Colombia, el pedido es para que las agendas políticas de quienes ocupen estos cargos tengan presentes a las víctimas de los conflictos armados y la violencia. Escuchar estas voces es necesario para comprender sus problemáticas y encontrar soluciones pragmáticas que les permitan aliviar su sufrimiento y vivir con dignidad.»
Mientras Colombia continuaba concentrada en contrarrestar los efectos sanitarios, económicos y sociales de la pandemia por COVID-19, las consecuencias humanitarias en el país empeoraron.
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— CICR Colombia (@CICR_co) March 23, 2022
Los departamentos más afectados por los conflictos armados y la violencia son Antioquia, Arauca, Bolívar, Cauca, Córdoba, Chocó, Norte de Santander, Nariño, Valle del Cauca, y también otros con menor densidad poblacional como Caquetá, Putumayo y Guaviare. En zonas rurales de estos lugares, el miedo se apodera de las comunidades que no pueden llevar a cabo sus actividades de subsistencia, ni acceder a servicios esenciales debido a la presencia de artefactos explosivos o de actores armados.
Dentro de las consecuencias humanitarias que más preocupan al -CICR- está el aumento del número de víctimas de artefactos explosivos, que en un año creció el 25 % en comparación con 2o2o. Por otra parte, también alarma el hecho de que en 2o21 en Colombia hayan documentado 168 casos de nuevas desapariciones relacionadas con los conflictos armados y la violencia.
Compartimos con ustedes el informe completo:
retos_humanitarios_cicr_colombia_2022
Foto de Ricardo Monsalve para CICR
