Usme, paradigma local del carrusel de la contratación distrital.

Por Felipe Pineda Ruiz

Hablar de la Localidad de Usme es hablar de la Bogotá que se extendió vertiginosamente en pocas décadas sin planeación alguna. Ubicada en el suroriente, esta zona fue uno de los 5 municipios anexados a la capital en 1954, año en que se consolidó el Distrito Especial.

Indiscutiblemente Usme es una de las localidades con mayores índices de pobreza y necesidades básicas de la capital, y en su territorio alberga a 754.000 habitantes. Paradójicamente su presupuesto anual se acerca solo a los 54.400 millones de pesos para atender tan desbordada emergencia social (https://bit.ly/3qtvba8).

En 2020 la burgomaestre distrital Claudia López decidió escoger, de la terna presentada por los ediles de la localidad, a Mabel Sua como su Alcaldesa Local. Cercana a los concejales del Polo Democrático, Celio Nieves y Álvaro Argote, acérrimos defensores de López, la ex edilesa Sua fue nombrada bajo la premisa de atacar la corrupción, defender el medio ambiente y atacar la pobreza.

Sin embargo, a dos años de su nombramiento, la administradora local se ha visto envuelta en un entramado de clientelismo encabezado por Jorge Sua, su padre. En los audios revelados por La Silla Vacía (https://bit.ly/3tuqHSp), se escucha claramente a Sua hablando con contratistas para presionarlos a cobrar o a entregar el 10% de su sueldo para “fondos comunes”, para políticos y hasta para su hija.

De manera temporal el Secretario de Gobierno, Felipe Jiménez, ha comunicado que la Alcaldesa Local ha sido retirada temporalmente de su cargo mientras se esclarece la situación. Sin embargo, el retiro de Sua trae consigo la llegada de otro cuestionado funcionario de la Administración Distrital: se trata de Dorian Coquies, ex Alcalde encargado de Tunjuelito, ex candidato al Concejo de Bogotá y ex director de los puntos de atención CADE.

Coquies, cercano a la Alcaldesa Claudia López, y al jefe de Gabinete Distrital Luis Ernesto Gómez, utilizó la campaña de López para donar dinero a la candidatura y para lanzar su nombre en la lista al Cabildo Distrital presentada por el Partido Verde.

Otro aspecto preocupante es que la figura de Alcalde encargado, durante la Administración Distrital encabezada por Claudia López, ha sido utilizada para prolongar esas interinidades por más de un año y entregarlas al círculo cercano de la Alcaldesa. Así sucedió en Tunjuelito, Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal, Los Mártires y Fontibón. Seguramente así sucederá con los recientemente encargados en Santa Fe (Diego Herrera) y Usme (Dorian Coquies).

Definitivamente el Partido Verde, quien ganó la Alcaldía de Bogotá con la premisa de hacer cumplir los principios de la consulta anticorrupción (2018) resultó llevar a cabo una forma de Gobierno, colmado de marketing y medios de comunicación, para ocultar un entramado de corrupción y clientelismo mucho más sofisticado que el que supo llevar a cabo el ex alcalde distrital Samuel Moreno, inhabilitado 18 años para ejercer cargos públicos y satanizado por la opinión pública por sus prácticas non sanctas ¿será que la baja popularidad actual de la Alcaldesa es el preludio de lo que será el epílogo de esta nefasta Administración Distrital?

En el país del sagrado corazón nada se sabe, pero casi nadie se salva.