Catatumbo: Gobierno entrega títulos de propiedad y refuerza plan de sustitución que beneficia a más de 3.000 familias

  • Son más de 4.460 hectáreas para esta población, que ha estado marcada por los embates del conflicto armado interno, la cual incluye a quienes por años se han dedicado a la siembra de cultivos ilícitos. 
  • Ante más de 3.000 personas, el presidente de la República, Gustavo Petro, expresó con vehemencia que “titular sus tierras es fundamental para construir la paz, porque un campesino con título, piensa tres veces en arriesgar esa tierra en un cultivo que sabe que va a ensangrentar a sus hijos, y piensa más en sembrar cultivos que le permitan vivir sin miedo”. 

Tibú, Norte de Santander. 10 de mayo de 2025.

Ante más de 3.000 personas, el Gobierno del presidente Gustavo Petro, a través de Agencia Nacional de Tierras ─ANT─ y otras entidades del Estado, entregó 387 títulos de propiedad rural (en 4.462 hectáreas) a campesinos y víctimas del Catatumbo, incluidos 230 cultivadores de hoja de coca, en los municipios de Sardinata, Ábrego, Ocaña y Tibú, quienes iniciarán un proceso de transformación hacia cultivos lícitos y producción agroalimentaria. 

El presidente de la República, Gustavo Petro, expresó con vehemencia que “titular sus tierras es fundamental para construir la paz, porque un campesino con título, piensa tres veces en arriesgar esa tierra en un cultivo que sabe que va a ensangrentar a sus hijos, y piensa más en sembrar cultivos que le permitan vivir sin miedo”. 

Por ello, ordenó a las entidades facilitarles a transitar hacia cultivos de cacao, aguacate, y el producto que sea más conveniente para esa tierra, porque, dijo, “el camino es la paz, es la reconciliación. La paz va porque va”. 

Dirigiéndose al director de la ANT, Felipe Harman, el jefe de Estado dijo que se trata de titularle esa cantidad de tierra al campesinado, “no me importa si es petrista, si es apático, si cree en el ELN, si cree en los otros, no, campesinado es campesinado”. 

Durante el evento en Tibú, la máxima autoridad de tierras de la nación también inició 300 procesos adicionales de titulación para familias rurales, enmarcados en su programa de formalización y titulación de tierras.  

“Estos son hechos concretos, resultados concretos, sin discursos, y de forma muy concreta ratificando el compromiso de nuestro Gobierno en la transformación territorial del Catatumbo, en el marco del programa de sustitución de cultivos de uso ilícito. Aquí estamos honrando la palabra con el pueblo del Catatumbo”, recalcó el director de la Agencia Nacional de Tierras, Felipe Harman. 

Fabio Quintero no disimuló su felicidad porque recuperó la herencia de su padre: “Estoy muy agradecido con la Agencia Nacional de Tierras, me ha ayudado con el título de mi predio. La herencia que me dejó mi padre. Teníamos más de 14 años de estar trabajando desde que era Incoder para cuadrar lo del título de propiedad del terreno, pero mi padre no alcanzó a ver esa parte que tanto quería. Hoy le doy gracias al Gobierno, que nos firmó la propiedad de la tierrita que nos pertenece”. 

El encuentro masivo marcó un hito, al lograr en un tiempo récord de tres meses, desde que se firmó el Decreto de Conmoción Interior, resultados concretos en materia de tierras para estas comunidades históricamente afectadas por el conflicto armado y el abandono estatal.  

Al mismo tiempo, la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino; la directora de la Oficina de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, Gloria Miranda, y el presidente de la Agencia de Desarrollo Rural, César Augusto Pachón, presentaron la estrategia ‘RenHacemos’, para invitar a las comunidades del Catatumbo a transitar hacia economías lícitas que aporten a la transformación productiva y ecológica, y así contribuir a la paz en el territorio.  

Con este novedoso programa, los campesinos y víctimas del conflicto armado dependientes de estos cultivos podrán acceder a dos componentes: con el compromiso de erradicación, las familias recibirán 12 pagos mensuales de $1.280.000, lo que les permitirá sustituir el ingreso generado por el cultivo ilícito; y un apoyo para implementar su proyecto productivo, con una inversión directa de 15 a 20 millones de pesos por hectárea, bajo un enfoque de encadenamiento productivo y comercialización asegurada, trabajando esquemas asociativos y territoriales.  

Ya son más de 3.012 familias en la subregión las que se han sumado al programa ‘RenHacemos Catatumbo’, comprometidas con la paz total y la transformación de su región. 

Tierras para la paz  

Con el programa ‘Fincas para la Paz’, del Plan Catatumbo, la ANT ha logrado resultados contundentes, como la entrega de tres predios que abarcan 1.055 hectáreas a firmantes de paz del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Caño Indio, con el propósito de reubicarlos y que inicien proyectos productivos agroalimentarios hacia la consolidación efectiva de la paz. 

Jairo Alberto Vallejo, firmante de paz y coordinador del ETCR Caño Indio, expresó con alegría: “Gracias al Decreto de Conmoción Interior, al Gobierno nacional, a la Agencia Nacional de Tierras y a otras entidades vamos a continuar con el desarrollo de nuestros proyectos productivos, que son el sustento de nuestras familias”.  

Con esta entrega de tierras, añadió Vallejo, “se está cumpliendo el Acuerdo de Paz; si se hubiese cumplido antes, no se estaría presentando esta situación en Norte de Santander, no tendríamos una cifra tan grande de 60.000 desplazados, ni esa cantidad de muertos”.  

Esta acción se logró en articulación con la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), e incluye proyectos de vivienda y una estrategia integral de reincorporación. Dicho territorio representa un símbolo de esperanza y resistencia desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016. 

También, el director Felipe Harman entregó 700 hectáreas a una organización de mujeres víctimas del conflicto armado de Tibú, quienes desarrollarán sus proyectos productivos, ahora en sus propias tierras.   

Primera Zona de Reserva Campesina en el Catatumbo 

El Gobierno del Cambio, a través de la Agencia Nacional de Tierras, logró cumplir las pretensiones de la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo (ASUNCAT), al constituir la primera Zona de Reserva Campesina (ZRC) ‘Paz y Unión Campesina del Catatumbo’, que beneficiará a 1.800 familias de 16 veredas, en cuatro municipios: La Playa de Belén, Ábrego, Bucarasica y Hacarí, todos en Norte de Santander.  

La ZRC cuenta con seis líneas estratégicas, que incluyen: (1) sostenibilidad, restauración y conservación ambiental para la regeneración del territorio, (2) conservación y desarrollo sostenible, (3) situación jurídica de la tenencia de la tierra, (4) bienestar integral para sujetos de especial protección constitucional, (5) derechos humanos y (6) gobernanza para la convivencia armónica en el Catatumbo.  

Con la constitución de la Zona de Reserva Campesina, se espera poner en marcha diez programas y 53 proyectos productivos que beneficiarán a estas familias, convirtiéndose en un hito para la subregión del Catatumbo que ha sido violentada, y, sobre todo, para reivindicar los derechos del movimiento campesino.  

Justicia ancestral para el pueblo Barí 

Uno de los anuncios más significativos fue la firma y entrega de la resolución de protección territorial de 36.000 hectáreas para el pueblo indígena Barí, habitantes ancestrales de la zona, especialmente en los municipios de El Carmen, Tibú, El Tarra, Teorama y Convención. 

A esta entrega de tierras, que representa un justo reconocimiento de su territorio ancestral, se suma la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) con una inversión de 9.000 millones de pesos en proyectos productivos para el pueblo indígena. 

Esta acción responde al cumplimiento de la Sentencia T-052 de 2017, de la Corte Constitucional, que obliga a la ANT a ampliar, delimitar y sanear el territorio ancestral del pueblo Barí. La medida jurídica cubre el área total del Parque Nacional Natural Catatumbo Barí (158.125 hectáreas), que alberga los resguardos Motilón y Catalaura, habitados por 2.500 indígenas, aproximadamente. 

Con estos resultados, el Gobierno del Cambio enfrenta la crisis humanitaria de la mano con los campesinos y la población étnica, que esperaron por décadas a que el Estado atendiera sus necesidades apremiantes, y hoy ven consolidada una ruta integral en beneficio de sus comunidades, permitiéndoles iniciar una nueva vida con oportunidades. 

Fotografía: Presidencia de la República de Colombia