En San Juan de Rioseco, Cundinamarca, más de 600 pobladores rurales recibieron la formalización de la propiedad de sus tierras. La Agencia Nacional de Tierras (ANT) entregó 51 títulos de propiedad rural a campesinos caficultores.
Estos títulos representan un paso significativo en la consolidación de la reforma agraria que ha venido impulsando el Gobierno del Cambio. Desde el inicio de su gestión, la ANT ha formalizado la propiedad de 632 predios en Cundinamarca, abarcando una extensión de 1.572 hectáreas de tierra, tanto de campesinos como de población étnica.
Las 51 familias beneficiarias de San Juan de Rioseco ahora cuentan con la certeza jurídica de ser los legítimos propietarios de las tierras que han cultivado durante generaciones. Estos predios, que suman un total de 151 hectáreas, son principalmente dedicados al cultivo de café, un sector vital para la economía colombiana.
La entrega de estos títulos no solo implica un reconocimiento formal de la propiedad, sino que también abre las puertas a una serie de beneficios adicionales. Las familias ahora tienen la posibilidad de acceder a créditos, participar en proyectos productivos y asegurar la transmisión de la tierra a futuras generaciones de manera más sencilla.
Maribel Torres, una de las beneficiarias, expresó su gratitud hacia la Agencia Nacional de Tierras: «Gracias a la Agencia por esta gran oportunidad. Nos sentimos felices de poder tener nuestro propio territorio donde trabajar, cultivar y seguir saliendo adelante».
El proceso de titulación contó con el apoyo crucial de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, evidenciando la importancia de la colaboración entre instituciones para el desarrollo rural. Jesús Bayro Muñoz, coordinador de la Agencia en Cundinamarca, destacó el impacto positivo de esta titulación, especialmente para las 11 mujeres rurales que ahora son propietarias de sus tierras.
Para muchos de los beneficiarios, este momento representó el fin de una espera de hasta siete años por la seguridad jurídica sobre sus tierras. Ahora, con sus títulos en mano, pueden continuar cultivando café con la tranquilidad de saber que son los dueños legales de sus parcelas, contribuyendo así al fortalecimiento del sector agrícola y a la construcción de un país más justo y próspero.
Fotografía: Cortesía Federación Nacional de Cafeteros (Cundinamarca)